Hoy he visto un anuncio que me ha hecho reflexionar, comenzaba: "se acerca la navidad..." ¡es verdad! ¡se acercan las navidades! Aunque si nos fijamos bien, en muchos sitios ya hace dias que llegaron... Porque la verdad es que cada vez ponen más pronto las lucecitas en las calles (para regocijo de fecsa) de hecho hay sitios donde directamente ya no las quitan, viven en una perpétua navidad, son como Bill Murray en "El dia de la marmota", aquella pelicula en la que está condenado a vivir el mismo estúpido dia una y otra vez... Pero además de las luces navideñas se producen otros cambios en nuestra vida cotidiana cuando se acerca el final del año, como por ejemplo el buen rollo; es increible como todo el mundo se contagia del buen rollo en navidad: los amigos enfadados se reconcilian, los que no se llamaban aprovechan para hacerlo (sino pensad en el pico de la factura del teléfono) muchas parejas rotas se arreglan, la gente da dinero a los que lo necesitan y aguinaldo a los que se quieren ir de viaje... a todo el mundo le va a tocar la loteria, y si no toca no pasa nada, todavia queda "la del niño"... y yo me pregunto: ¿por qué no repartimos todo ese buen rollo durante todo el año? ¿es que hay que soltarlo todo de golpe? Luego estan las tarjetitas (...) el barrendero, el jardinero, el cartero, el afilador, el pintor, el guardia civil (aunque de éste yo no cogería de buen grado ningún papel por si acaso... Además seguro que te lo entrega con la gorra y las gafas de sol puestas) el repartidor de periódicos, el butanero (al que, por lo que dicen las leyendas, seguro que muchas puertas le son muy familiares y dentro no gastan butano)... Que uno piensa: si esta gente está todo el dia repartiendo tarjetitas... ¿quíen hará su trabajo? En fin, que cualquier año, además del "Arbol" (el "belén" ya no se lleva) tendremos que colocar un "su turno" en lugar del timbre de la puerta por navidad... Otra cosa que cambia mucho también en esas felices fechas es la forma de comer; la forma y las cantidades... Yo creo que con la comida pasa como con el buen rollo, si repartiéramos la comida que consumimos en navidad durante todo el año no nos faltaría ni para la merienda! Son dias en los que todo el mundo tira la casa por la ventana en comida, bueno... todo el mundo no, existen dos tipos de personas en navidad: los que hacen comidas y los que van a ellas... Siempre son los mismos! Ademas les llamas para invitarles y te contestan: - uyy que lástima!, san esteban ya lo tengo cojido, vamos a casa de los vecinos del hermano de una compañera de trabajo de una amiga de Ana... uix, son lo mas! lo tendremos que pasar al 27... - pero si el 27 no es fiesta! - da igual hombre, lo importante es comer juntos y en tu casa. No podemos olvidarnos de la televisión y la publicidad, la verdad es que las cadenas de televisión deben de tener un trabajo terrible con el programa de fin de año, porque sino ¿como se explica que toda la programación sea idéntica todos los años? Las mismas películas, los mismos anuncios y los mismos programas (con la excepción de martes y trece que ahora son modernos y se han pasado al dvd) ¿Y que decir de los anuncios? Esos dias parece que las tiendas solo vendan cava, turrón, bombones, juguetes, y regalos en general... Vamos que cuando compras las cuchillas de afeitar en el supermercado, aunque lleves barba de seis dias, la cajera te pregunta: ¿son para regalo? En fín, hay muchas mas cosas que cambian en navidad y nos hacen quererla más cada año... y podríamos pasarnos el día enumerándolas... pero vuestro tiempo y el mío es finito, como el de la navidad (¡¡gracias a dios o a quien sea!!)