"Las relaciones sexuales no son simplemente algo privado que sólo atañe a quienes las ejercitan. Son, ante todo, la dimensión básica de la socialidad humana" Esta frase, aunque parezca mentira, no es la cita de ningún experto en sexualidad ni fruto de una conversación entre intelectuales, sino una afirmación del cardenal obispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco (si fuese un periodista que cobrase por palabras le mencionaría en cada párrafo) en la inauguración de la asamblea plenaria del episcopado, con la que quería mostrar su rechazo a la nueva ley del divorcio. Para dejar clara la postura de la iglesia, no dudó en afirmar que: "para la familia es fundamental la estabilidad del matrimonio. Dejar la permanencia del vínculo matrimonial al mero arbitrio de los cónyuges mina el bien y el futuro de la familia" Bueno, la idea sería que, en el caso de que dos personas decidan tomar caminos separados (o que simplemente no se puedan ver ni en fotografía) el gobierno y la iglesia deberán hacerles el camino hacia su liberación lo más largo y tortuoso posible (si al final del proceso los dos siguen vivos no habrá sido para tanto) ¿Que no te casaste por la iglesia? ¿Que te importan poco o directamente no te importan sus leyes? ¿Que eres ateo? Da igual, ellos velarán por tí igualmente y te darán el mismo trato, aunque les des la espalda. Para que luego digan que la iglesia no vela por nuestro bienestar... El caso es que este señor parece estar bastante preocupado por el rumbo actual de nuestra sociedad (afinaríamos algo más si dijésemos por el rumbo del cristianismo) que ve amenazado debido a algunas de las nuevas reformas del nuevo ejecutivo socialista. Además del divorcio expresó sus opiniones sobre el aborto, los matrimonios entre homosexuales, las clases de religión, la investigación con células madre (esto lo entiendo, ya que imaginemos que gracias a estos avances la gente un día dejara de morirse... ¿la iglesia trabaja con almas no? ¡se quedarían sin trabajo!) Incluso llegó a tocar el tema de la eutanasia (cuidado Bardem, que te excomulgan) ya que aunque el gobierno no tenga previsto despenalizarla hay que estar pendiente, porque como bién apuntó: "la apología de este delito ha adquirido enorme resonancia pública" (¿y el que hizo con sus comentarios?) Para poner un freno a esta locura, instó a los obispos a tomar conciencia "de la vigencia y urgencia de la misión pastoral de la Iglesia en la actual coyuntura política". "Misión pastoral" analicemos metafóricamente la expresión: cuando una oveja decide separarse del rebaño y buscar pastos por su cuenta, el pastor o bien le "arrea" con el bastón o bien le echa los perros... hmmm pues creo que a mí lo de ser pastoreado "va a ser que no" ;)