Dicen que saber perder es una virtud, lamentablemente no todo el mundo puede hacer alarde de ella. Es el caso del presidente de la Federación Madrileña de Tenis, el ¿señor? Pedro Muñoz, secundado por Manolo Santana. El máximo representante del deporte del tenis en Madrid (una ciudad magnífica y acogedora, cuyos habitantes no merecen que ciertos elementos hablen en su nombre) ante el anuncio de la elección de la ciudad de Sevilla como sede para la final de la Copa Davis reaccionó con rebuzn... digo comentarios como: "Es una canallada a Madrid. El proceso para tomar la decisión ha sido tercermundista."
La Voz de Galicia "Agustín Pujol (presidente de la Federación Española de Tenis) ha actuado con nocturnidad, premeditación y alevosía, como un auténtico delincuente deportivo" "Pujol está masacrando el tenis y actúa con un cinismo y frialdad increíbles. Su corazón es de hielo y en su cabeza sólo hay un dólar"
El Mundo e incluso: "nunca le ha importado nada España"
La Razón Una de dos: o este señor es siempre así (en cuyo caso, no me atrevería a ganarle ni una partida al parchís) o se le ha quedado atrancada una guindilla en la garganta (¿o quizás en otra parte?) En cualquier caso una cosa es segura: si ya sin serlo me siento ofendido ¿como me lo tomaría si fuese sevillano? Llamadme quisquilloso si quereis, pero no creo que saliese corriendo para darle un abrazo... Pero lo más terrible del asunto, es que este señor no está solo. El ex-tenista Manolo Santana también se pronunció al respecto: "una decepción como madrileño y como español" ¿es que este hombre piensa que en Sevilla tampoco son españoles? Quizás ha estado en las clases del profesor del bigote en Georgetown y ha vuelto un poco confundido... Y para acabar, en una web de noticias de la que hablaba Andérez hace unos días podemos leer un artículo de opinión (al menos ellos lo llaman así) lo siguiente: "Como me temía, el catalán Agustín Pujol ha decidido otorgar a Sevilla la organización de la final de la Copa Davis que deberemos disputar en diciembre contra Estados Unidos, ninguneando así a Madrid, única candidata española (que yo sepa) a la organización de los Juegos de 2012" Segun estas "personas", la decisión tomada no tiene nada que ver con los intereses deportivos, aún cuando el capitan, los miembros del cuerpo técnico y los jugadores expresaron y argumentaron su preferencia por la capital sevillana, pero ¿qué sabrán ellos? A fin de cuentas, lo único que tienen que hacer es jugar la dichosa final...

...la opinión de la Iglesia en esta cuestión no significa que "tenga nada personal" contra los homosexuales... Lo dijo el Portavoz y Secretario General de la Conferencia Episcopal (titulito humilde donde los haya) Juan Antonio Martínez Camino, en un programa matinal de TVE, cuando le preguntaron por la regulación de la ley del matrimonio entre homosexuales... Y todos, seguro que intrigados, os preguntareis: ¿cuál será la impredecible postura de la [¿santa?] iglesia al respecto? Pues para dejarlo bien clarito y corroborando "el buen rollito" que se llevan con el colectivo gay, este "señor" lo aclaró así: "sería como imponer a la sociedad un virus, algo falso que tendría consecuencias negativas para la vida social". ¡Pero quién podría encontrar algo personal en este comentario inocente! Vamos, que entre otras cosas, el hecho de que en mi escalera viviese (en pecado, por supuesto) un matrimonio de homosexuales provocaría que perdiese mi trabajo, que mis amigos me abandonaran, que el camarero dejase de darme conversación por las mañanas y que acabase cayendole mal a mi suegra... ¡Hasta podría acabar militando en el PP! Por supuesto, y para arrojar aún más claridad a su postura, no dudó en afirmar que para ellos este colectivo "tiene los mismos derechos que los demás" pero que "una ley así no ha existido en ninguna civilización del mundo" y que "es contraria no a la fe católica, sino a la razón" (aquí la verdad es que no entendí muy bien a qué venía a cuento la opinión que pudiese tener un periódico, ¿alguien sabe lo que opinan El mundo o La Vanguardia?) Aunque quizás su postura tenga algún motivo oculto... porque ¿y si resulta que los sacerdotes homosexuales deciden que quieren salir del confesionario y casarse entre ellos? O se modernizan y aceptan que los sacerdotes contraigan el matrimonio (lo cual daría pié para que los Village People incorporasen un nuevo disfraz a su armario) o ya pueden ir buscando en las páginas amarillas "sacerdotes 24h", porque ultimamente, lo que se dice sobrados, muy sobrados de ellos no estarían... Personalmente, e igual que comenta el amigo Ganso en su blog, creo que la iglesia necesita una reforma urgente, además de una cura de humildad (en realidad más que de una cura estaríamos hablando de una operación de trasplante como poco) Y no es que a mí me preocupe demasiado la iglesia, a fín de cuentas yo sólo soy una rana y la última vez que se acordaron de nosotros los batracios fue hace unos tres mil años; aunque eso sí, fué para lanzarnos en forma de plaga sobre egipto... ¡podrían haberse acordado de sus primas!

- "Uy... aquí va a haber que picar..." Es su sello. Estamos delante de un fontanero. Se trata de un personaje peculiar y único, con un gran poder sobre la gente normal... Pensemoslo un momento; cuando llamamos a un fontanero, suele ser siempre por una situación que roza el pánico: o estamos sin agua y sin ningún tipo de información de cuánto durará esa terrible situación o estamos a punto de gastar nuestros ahorros (y los de nuestro vecino si es posible, también) para reformar nuestro lavabo. Y la verdad es que quedamos en sus manos. Lo primero que suelen hacer es llegar y valorar nuestras tuberías; bueno, quizás quedaría mejor si decimos que valora la instalación existente... Pero lo cierto es que siempre -y recalco: "siempre"- el anterior fontanero era un chapuzas y un estafador, porque lo primero que sale por la boca del susodicho experto es: "uf, esto esta muy mal... pero que muy mal!" Así que cruzamos las manos y ponemos cara de gran preocupación y de no estar preparados para afrontar situaciones de emergencia como la que se avecina (esperando quizás que el fontanero torne su mueca en una sonrisa y nos diga: "es una broma hombre, todo está perfectamente". Pero la verdad es que sería más fácil que Bruce Willis se dejase melena...) Pensemos que el fontanero tiene una gran ventaja: si se te estropea el coche y el mecánico te pide mucho, mientras buscas una segunda opinión puedes utilizar el vehículo de tu pareja, el de tu hermano o el de un amigo... puedes ir a trabajar utilizando el transporte público o directamente coger la baja por depresión hasta que encuentres un presupuesto más económico, pero: ¿como vivir sin agua? Una de las primeras cosas que hacemos cuando nos levantamos por la mañana es hacer uso del agua corriente... ¿cómo podemos comenzar el día sabiendo que al abrir el grifo (vale... ahora todo son monomandos) con mucha suerte lo único que obtendremos será un sonido gutural que no hará más que aumentar nuestra desesperación? Lo cierto es que a veces podrían ser comparados con un extorsionador, porque: ¿qué haremos si no le damos lo que pide? ¿nos lavaremos la cara con zumo de naranja? ¿viajaremos a la fuente con un cántaro en la cabeza? Así que normalmente acabamos cediendo a sus exigencias, lo cual provoca la frase con la que comenzábamos este texto: - "Uy... aquí va a haber que picar..." - Vaya! pero... ¿será mucho? - "Eso no se sabe... pero usted no se preocupe, que conozco un buen paleta..."

Ya estamos metidos en septiembre, el verano se retira cansado y el otoño prepara su vuelta... Hay muchas cosas que vuelven por estas fechas, por ejemplo vuelven los políticos de vacaciones (vuelven si... pero ¿a hacer que? hmmm dejemoslo, a veces pienso que la vida sería insulsa si no hubiese preguntas sin respuesta...) Estos días por cierto, tenemos el patio político un poco revuelto: primero todos quieren que comparezca Aznar, luego el PP y el PSOE dicen que no quieren, ahora el PSOE cambia de opinión y sí quiere... y claro, el PP dice que si comparece Aznar, Zapatero también; no si al final me llamarán a comparecer a mí, que me lo veo venir. Si es que parecen críos de primaria, no me extrañaría nada que en el parlamento pudiésemos oir más de un: "y tu más!" o "espejo, espejo!"... Por cierto, los críos de verdad también finalizan estos días sus largas vacaciones, por que la verdad es que lo que diríamos fugaces no serían. Claro que esa es una valoración dependente de la edad, yo aún recuerdo la desesperación e impotencia con la que veía acercarse el fatídico més de septiembre cada año... ¿porqué se tenían que acabar las vacaciones? simplemente no lo entendía. No entendía porqué estaba tan descompensado: ¿porqué oscuro motivo hacíamos nueve meses de colegio y sólo tres de vacaciones? ¿no era tremendamente más lógico y sencillo hacer seis y seis? Tampoco entendía como lo permitía mi madre, no cabía en mi cabeza; porque después de pasar tres meses disfrutando de mi presencia veinticuatro horas al día ¿cómo podía soportar separarse de mí todas las mañanas? ¿Pero las madres no dicen que nos quieren tanto? Pero la vuelta al cole es irremediable para casi todo el mundo, en estas fechas todo vuelve: como los de gran hermano por ejemplo. Esos personajes que por no dar un palo al agua deciden encerrarse en una casa para hacer el ridículo en directo delante de todo un país durante meses, esperando ganar una pasta y continuar viviendo luego de las portadas de la prensa rosa (aunque al final, la mayoría acaban saliendo en la de interviu) En septiembre también vuelve a la carga con todo su armamento y fuerzas renovadas el mundo del futbol: los comentaristas, con ese ingenio innato que los caracteriza, están más graciosos y mordaces que nunca y los periódicos deportivos, con los fichajes de unos y las bravuconadas de otros, tienen material para tres ediciones diarias... En realidad parece que sea la rutina, que de una forma u otra nos acompaña casi todo el año, la que haya estado de vacaciones y vuelva ahora al cole... y digo yo: ¿no podría saltarselo y hacer campana?

Ultimamente están muy de moda en los quioskos las colecciones; es asombrosa la variedad de publicaciones de este tipo que podemos ver consumiendo de forma acaparadora el poco espacio del que disponen los sufridos quiosqueros, por que lo que no podemos negar es que de mucho mucho espacio vital tampoco disponen en sus puestos de trabajo... Porque ojito con los embalajes de los fascículos, que para entregarte un dvd te meten una plancha de "cartón piedra" de un metro cuadrado; es como si nos quisieran convencer diciendonos: "por sólo 9.99 ¡mira que pedazo de paquete te llevas!". Y la realidad es que el dichoso cartón comienza a ser un problema en el mismo momento en que pasa a nuestras manos. Porque... ¿existe alguna forma digna de transportar el dichoso fascículo de tamaño XL por la calle? Si nos lo colocamos debajo del brazo la mayoría de las veces no llegamos con la mano a la parte inferior por lo que tenemos que ir presionándolo con la palma, lo cual provoca que al caminar ofrezcamos una imágen un tanto "peculiar"; si por el contrario decidimos transportarlo con las dos manos pareceremos hombres-anuncio... una solución sería doblarlo hasta que adquiriese unas dimensiones razonables, pero ¿y si rompemos el "deuvedé"? Así que yo suelo decantarme por la última: abrirlo allí mismo (aparatosamente por supuesto, dado su tamaño y que ninguno lleva todavía cremallera ni ningún otro sistema de fácil apertura) y meterlo como buenamente pueda en la papelera más cercana (colapsándola, cómo no) bajo las críticas y curiosas miradas del quiosquero, jubilados, vecinos y viandantes en general... Pero como comentábamos, lo impresionante es la cantidad de colecciones distintas que aparecen día a día; desde cosas tan tradicionales como sellos o monedas hasta chapas de botellas de cava o miniaturas de los diferentes modelos de coches de bomberos de la historia... Y más vale que nos vayamos acostumbrando, porque parece que han descubierto que todo es coleccionable: sacacorchos, muñecas, ceniceros, piedras, pinzas para el pelo... cualquier día es bueno para que aparezca una de "Zapatos famosos de la histora".

Ultimamente parece que a la gente le ha entrado la fiebre por batir records, y no estamos hablando de los deportistas de élite ni de las recientes olimpiadas... se trata de gente de todo tipo y en todos lados, es como una fiebre. Podríamos hablar de muchos, como el record de arrestos por manifestarse que está intentando batir la policía de Nueva York (a día de hoy van por 1700) o el que está intentando superar George Bush ganando las elecciones (sería el Bush que más ha permanecido en la presidencia) Uno de los records que -lamentablemente- se están intentando batir cada vez mas a menudo en nuestro país es el de acumular el máximo alcohol por litro de sangre. Los jueces de "este concurso" (policía municipal, guardia civil, etc...) que parece que se está disputando a nivel nacional no dan a basto ultimamente entregando "premios"... Aunque intentar batir este record tiene sus riesgos, los que son fumadores tienen que ir con mucho cuidado de no hacerse un corte y no sudar demasiado o más de uno daría sentido a la expresión "combustión espontánea". Otro record lo está intentando batir don Manuel Fraga. Un hombre al que, fijándonos en su trayectoria, podríamos calificar de gran ¿demócrata? y político ¿tolerante? donde los haya (...) Este señor se ha propuesto ser el presidente en activo de más edad y lo cierto es que hay muchos que le critican por ello, aunque yo diría que lo hacen movidos por la envidia porque ¿acaso se meten con el actual papa Juan Pablo II (1920)? Además ¿qué mal hay en que el presidente de una comunidad autónoma tenga 82 años? con lo entrañables que son los viejecitos... y no tenemos que olvidar que con la edad se adquiere experiencia (algo de lo que este hombre seguro va sobrado) y paciencia (de esto ultimo puede que si necesite un poco). El único problema quizás serían los posibles achaques propios de la tercera edad que pueda ir sufriendo este personaje, pero mientras no se quede sin pilas en su sonotone todo irá bien... hace años sí que habría sido un problema estético para su partido, verle por televisión en el congreso con una "trompetilla" en la oreja gritando al orador: "¡más alto joven!".