Es lo que los franceses han contestado a la Constitución Europea. Con una participación mayoritaria (el 69.7 %)  el 54.9 % de los franceses ha dicho no (y digo yo: ¿tan difícil era?) El más perjudicado será el presidente francés, Jacques Chirac (un político en activo de 72 años... ¿no será un aprendiz de Fraga?) el cual, seguramente desolado, tendrá que despedir al primer ministro (¡qué dura es la política! tener que despedir a tus subordinados por culpa de tus propios errores...)

Según algunos análisis, este resultado supone un duro golpe para el futuro de la Unión:

Casi el 55% de los franceses rechazó ayer en referéndum la Constitución Europea, según los últimos datos oficiales, un resultado que hace tambalearse los cimientos del proyecto europeo.

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Parece ser, que el problema es que los 25 jefes de estado que redactaron el texto, o tenían mucho trabajo cuando lo hicieron o estaban despistados mirando el festival de Eurovisión (no sería nada extraño... ¿no dice todo el mundo que en ese festival todo son votos políticos?) el caso es que se olvidaron de desarrollar un "plan B" por si alguno de los 25 países (y los otros 24 no miran a nadie...) se les ocurría no ratificar la Carta Magna.

Pero ¿cómo se les ocurre ir por la vida sin un "plan B"? ¿es que esta gente no ha leido Mortadelo y Filemón? ¿o tampoco han visto Mision Imposible? Siempre hay que tener un plan B. Sólo hay que pensar que hasta cuando salimos a ligar llevamos uno (eso sí, la mayoría de las veces es aún más penoso que el A, pero nosotros lo llevamos)

Y es que esto les pasa por no confiar en los profesionales. Ya lo decían Los del Río hace unos meses:

"nuestra Macarena triunfó en todo el mundo, fue un producto que salió de nuestro país y, por todo esto, la Constitución tiene que luchar". Sugirieron a la plataforma (Plataforma Cívica por Europa) que "nos encarguen el tema que abandere el sí a la Constitución
Si les hubiesen hecho caso, seguramente esto también habría pasado, pero además nos habríamos reido...