...José Bono, pidió hoy a la Conferencia Episcopal Española que no le condene "por ser socialista", ya que no es un asesino y tiene "la conciencia tranquila", al tiempo que constató que "Pinochet era un asesino desalmado al que se le dio la comunión de manera vergonzosa"
Público.es
El señor José Bono, se lamenta así (en ningún caso podría parecer un ataque o reproche a la iglesia, no...) de las declaraciones del obispo auxiliar de Madrid, el monseñor Juan Antonio Martinez Camino, en representación de la Conferencia Episcopal Española, en las que anunció que los políticos que votasen a favor de la nueva ley del aborto quedarían excomulgados.
Que injusticia ¿en qué ocuparán ahora nuestros políticos esas horas destinadas los domingos para asistir a misa? ¿se les podrá ver a partir de ahora en esos domingos matinales, sentados en un banco en el parque, apáticos, con la mirada perdida y las palomas comiendo las migas de pan directamente de sus manos, porque ni siquiera tienen fuerzas ni ánimo para lanzarlo?
Pero lo que me sorprende es ¿como es posible que alguien que ha llegado a Presidente del Congreso de los Diputados, una persona leída y con unos cuantos lustros en sus espaldas, pueda sorprenderse del cinismo, la hipocresía y la doble moral de la iglesia que nos ha tocado soportar? Pone como ejemplo la comunión de Pinochet, pero ¿acaso no recuerda de qué lado estaba la iglesia cuando, no hace tantos años, España se hallaba sometida al régimen fascista? ¿y su postura ante los homosexuales y la homofobia, condenando a los primeros y justificando a los segundos? ¿y su silencio y secretismo ante los casos de pederastia "eclesiástica" que consiguen hacerse públicos?
¿Por qué no nos sorprendemos de lo inmensamente rica y poderosa que es la iglesia mientras cientos de miles de sus fieles mueren de hambre cada día?